¿Deben los deportistas pagar por las decisiones de sus gobiernos?

En los últimos días, ha surgido una fuerte polémica en torno al veto a jugadores israelíes en un torneo internacional de ajedrez en Sestao, como respuesta a las acciones del gobierno de Israel en el conflicto en curso. Este tipo de medidas, que buscan ejercer presión política a través del deporte, reabren un debate delicado y complejo:

¿Tienen los deportistas la culpa de lo que hacen sus gobiernos?

No es la primera vez que ocurre algo así. En competiciones recientes, deportistas rusos han sido obligados a competir bajo banderas neutrales, sin símbolos de su país, como castigo por la invasión a Ucrania. Pero, más allá de la geopolítica, cabe preguntarse si es justo cargar sobre los hombros de atletas individuales las consecuencias de decisiones que no les pertenecen.

Poniéndome en su lugar, si el gobierno español estuviera implicado en un conflicto grave, me parecería profundamente injusto que no me dejaran competir por ello. Aún más si se me exigiera renunciar a mi bandera para participar. Personalmente, no lo haría. Y no porque apoye al gobierno de turno, sino porque la bandera representa algo más profundo: mi cultura, mi historia, mi identidad. No es lo mismo apoyar a un país que apoyar a su gobierno.

Estoy totalmente en contra de los asesinatos, la violencia y la vulneración de los derechos humanos. Y creo que muchos deportistas también lo están, sin necesidad de renunciar a quienes son o al lugar del que vienen. El deporte, en teoría, debería ser un espacio de encuentro, no una extensión del castigo político.

Y tú, ¿crees que es justo que se vete a los deportistas por decisiones de su país?

Te leemos en los comentarios.

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