Álex Rodríguez, el ajedrez como forma de vida

En algún momento de principios de los años noventa, en una sala modesta del recién inaugurado Gazteleku de Sestao, un joven Álex Rodríguez colocaba las piezas sobre un tablero con la precisión de quien no solo prepara una partida, sino un destino. Aquel día no lo sabía nadie —tal vez ni él mismo—, pero comenzaba una de las trayectorias más sólidas, discretas y fructíferas en la historia del ajedrez de Bizkaia.

La historia de Álex no se escribe con titulares ni luces brillantes, sino con la constancia silenciosa de quien ha dedicado más de tres décadas a formar, enseñar y sembrar vocaciones. Comenzó enseñando ajedrez en los colegios de Sestao, en una iniciativa que fue pionera en su momento y que hoy muchos dan por sentada. Aquella labor, realizada junto al Gran Maestro Mario Gómez Esteban, llevó el juego a más de 1.500 niños del municipio y sentó las bases para que el ajedrez escolar se convirtiera en una herramienta pedagógica real y respetada.

Con el paso del tiempo, Álex se tituló como monitor nacional por la Federación Española de Ajedrez (FEDA), y se convirtió en figura clave en proyectos educativos y deportivos en todo Euskadi. Uno de los más destacados ha sido su participación en la Escuela de Ajedrez del Club Getxo, donde durante años entrenó y coordinó equipos que brillaron en campeonatos provinciales, autonómicos y estatales.
Desde hace dos años, continúa su labor en el nuevo club Dama Gaztea Xake Taldea, también en Getxo, donde entrena a una nueva generación de jóvenes promesas con un futuro brillante por delante. En este entorno, Álex ha vuelto a demostrar que su vocación está más viva que nunca.
El organizador incansable
Pero si algo ha distinguido a Álex Rodríguez a lo largo de los años es su espíritu incansable como organizador. En Getxo, fue el artífice de ocho ediciones consecutivas de torneos internacionales válidos para normas FIDE, además de múltiples competiciones locales y regionales. Cada evento era un desafío superado, y en su caso, nunca hubo barreras suficientes para detenerlo: ni presupuestos ajustados, ni condiciones adversas, ni siquiera una pandemia mundial.
Durante los años más duros del COVID-19, mientras casi todo el calendario ajedrecístico nacional quedaba paralizado, Álex fue de los pocos organizadores en España que logró celebrar torneos internacionales presenciales con todas las garantías., siendo el único en medio de la incertidumbre, también tuvo el coraje de sacar adelante el primer Campeonato Autonómico de Ajedrez por Parejas Mixtas, torneo que se tenis que organizar en todas las comunidades autónomas y él gue el único que pudo realizarlo,una iniciativa innovadora que marcó un hito en el ajedrez vasco.
Lo que Álex empezaba, lo terminaba. Su compromiso era inquebrantable.
Un ajedrecista de élite
Como jugador, Álex ha sido siempre un competidor formidable. Su primer golpe de autoridad llegó al derrotar al Maestro Internacional Jesús Barón en el Torneo de Durango, tras apenas tres años como jugador federado. A lo largo de su carrera ha protagonizado partidas memorables, como la victoria en solo 23 movimientos sobre el Gran Maestro noruego Jouni Yrjölä, en el Torneo Internacional de San Sebastián, con tres sacrificios brillantes que dejaron al público sin aliento.
En octubre de 2025, volvió a hacer historia al vencer al Gran Maestro Ibragim Khamrakulov —uzbeko-español y uno de los grandes del panorama estatal— en el torneo Baque Country de Euskadi. También ha sido dos veces campeón de España en torneos no oficiales durante los Campeonatos de España por Edades en Salobreña, junto al Maestro Internacional Javier Moreno, como jugador y entrenador, consiguiendo el título de Categoria Preferente en Bizkaia en sus cinco años de federarse.
Más allá del tablero
Profesionalmente, Álex desarrolla su labor en el ámbito del mantenimiento de los Palacios de Justicia, especializado en instalaciones electrotécnicas. Su versatilidad es tan asombrosa como su pasión por el ajedrez.
En paralelo, ha sido un activo divulgador del ajedrez en plataformas digitales, con presencia en blogs especializados y canales de YouTube, contribuyendo a hacer del ajedrez una herramienta pedagógica al alcance de todos.
Y por si fuera poco, desde hace más de 20 años ha participado como figurante en películas y series, compartiendo escena con artistas como Maribel Verdú, Juan José Ballesta, Maria Valverde, Patricia Montero, Lander Otaola y, recientemente, en 2025, con la estrella de Hollywood Catherine Zeta-Jones. También ha sido imagen en certámenes de belleza autonómicos y estatales, y ha aparecido en numerosos canales de televisión, tanto nacionales como autonómicos.
Un legado imborrable
Lejos de los focos pero presente en cada jugada, Álex Rodríguez ha tejido un legado silencioso pero imborrable. Ha sido mucho más que un entrenador: ha sido mentor, referente y sembrador de pasiones. Sus alumnos —más allá de los títulos o las medallas— llevan consigo una enseñanza mucho más profunda: la del esfuerzo, la paciencia y la belleza del pensamiento.
En un mundo cada vez más acelerado, su historia nos recuerda que algunas de las partidas más importantes se juegan sin relojes, sin cámaras, pero con una entrega absoluta. Y que quienes enseñan desde el corazón, como Álex, jamás quedan en el olvido.

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